Mi primer contacto con el doctor Vicenç Martín fue en septiembre del año pasado. Por motivos personales, me encontraba en un estado de angustia y desilusión. Al principio, pensé que podría superar por mí misma el desánimo y el dolor, como había hecho en otras ocasiones difíciles de mi vida, sin necesidad de pedir ayuda. Sin embargo, esta vez era diferente: me estaba costando mucho. Hablando con una amiga, ella me recomendó al Dr. Vicenç Martín, y fue un verdadero acierto.

Durante las sesiones, Vicenç me ha acompañado de forma amable, sin ningún tipo de presión. Han sido 4 meses de trabajo intenso en 7 sesiones online que han dado sus frutos. Gracias a la terapia EMDR, las meditaciones y las reflexiones que hemos compartido, he podido mejorar mi autoestima y reducir significativamente mi ansiedad.

Poco a poco, Vicenç me ayudó a comprender por qué, para mi recuperación emocional, era necesario haber puesto fin a mi relación de pareja. Aunque no se trataba de hechos muy graves, esa relación me generaba angustia y desilusión.

Además, Vicenç me explicó que esta situación había removido el dolor que sentí con la muerte de mi marido hace veinte años. Me hizo ver que, en aquel momento, y debido a circunstancias familiares, no pude realizar el duelo necesario. Ese dolor había vuelto a salir a la luz, y este era el momento de trabajarlo. Lo hemos hecho juntos, y el resultado ha sido muy positivo.

Decidir pedir ayuda a Vicenç me ha permitido, en poco tiempo, mejorar en muchos aspectos. Con su apoyo, he entendido muchas cosas que me angustiaban y me impedían disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Sin ninguna duda, recomendaría su ayuda a cualquier persona que esté pasando por una situación similar.

Mi ansiedad comenzó prácticamente al mismo tiempo que mis recuerdos, aunque no fue hasta la adolescencia cuando finalmente le pusieron nombre y apellidos. Desde aquel momento me prescribieron fármacos y empecé a ir a terapia, primero con una psicóloga y luego con otra diferente. A pesar de que me implicaba y me esforzaba en cada sesión, no lograba avances significativos, lo que me hacía cuestionarme: “¿Soy un caso perdido?”, “¿No tengo solución?”, “¿Voy a estar así toda la vida?”.

Pasaron bastantes años y estuve a punto de rendirme, pero seguí buscando soluciones por todos los medios. Así encontré una terapeuta online que me ayudó a identificar las raíces de mi ansiedad y a entender cómo cambiar mi perspectiva, y en definitiva a empezar a sanar. En medio de este proceso me fui de viaje y, de forma inesperada sufrí una intoxicación alimentaria y una caída que derivarían en una enfermedad crónica.

El dolor continuo y sus consecuencias me acercaron de nuevo al abismo, y no quería a volver a caer. Por ello decidí atesorar nuevas herramientas y pensé en probar EMDR, así que lo escribí en el buscador, y tras estudiar algunas opciones Vicenç destacó entre el resto. Mi intuición no se equivocaba, Vicenç es un profesional excepcional que sigue un enfoque múltiple y personalizado. Además desde el primer momento me sentí acogida, ya que es una persona muy amable, paciente, empática y que no realiza juicios de valor.

Las sesiones han sido todas online, estamos a más de 800 km de distancia.

Hoy gracias a su acompañamiento,  aunque mis dolencias físicas sigan presionando, continuo avanzando y aprendiendo, entre otras cosas, sobre el impacto de la mente en la gestión del dolor.

Que ningún dolor, ni mental ni físico, nos quite la esperanza.

Llevaba varios meses con ansiedad debido a causas familiares.

Llegó la pandemia, la situación empeoró, y mi ansiedad fue a más, cada día tenía más síntomas, mareos, fatiga, hormigueo en las extremidades.

Llegó un punto que me daba miedo salir de casa, estaba desesperada.

Probé tratamientos naturales que no me hicieron casi nada.

Casi no salía de casa y no tenía ganas de hacer nada.

Pero un día buscando psicoterapeutas en internet encontré a Vicenç y no lo pensé dos veces. Me puse en contacto con él y enseguida me contestó. En todo momento se preocupó por mí, incluso estando él de vacaciones. 

Desde entonces llevo unas 6 o 7 visitas y estoy muy contenta y agradecida.

Ahora puedo hacer vida normal, aunque aún me queda trabajo por delante.

Sin duda lo recomiendo al 100%.